Estudio Bíblico

Bible Study: The Transfiguration (A) – 2017

August 06, 2017


Exodus 34:29-35

Moses returns to the people with the gift of the tablets of the covenant in his arms. He has been speaking with God “face to face, as one speaks to a friend” (Ex 33:7-11). The Israelites stand in awe of the startling effect of Moses’ shining face. And the people are frightened by the change in him.

Moses calls the people close to hear God’s most holy words to them and to share in the renewed covenant. Eventually, despite their fear of the change in him, they come—the radiance of his face evidence of God working within him.

Don’t we long to be in the presence of our Creator? We pray for that very thing, to see the face of God, to be there with the Presence, to know what it is like. And indeed, it is a scary thing, knowing we will certainly be changed by the experience. Might others turn away, afraid of our shining faces and the truth we speak?

  • Moses veils his face unless he is with God or speaking God’s word to the people. Why do you think that is?
  • How is your faith visible to others?
  • What has been your experience of speaking God’s word to others? Do you think they see you differently afterward?

Psalm 99

Psalm 99 is the last of the “enthronement psalms” where we have a vision of God seated above all in the highest of holy places: in this case, upon the very Ark of the Covenant. In her translation of Psalm 99, Nan Merrill writes, “Awaken you people! Entrust your hearts to Love.” [1] In the face of very Love, the leaders of the world bow down and proclaim the mighty King, the lover of justice, who brings equity.

The psalmist, keenly aware of the failings of human kings and of the effect of their failings on the people, recalls for them their ancestral relationship with the Lord God. God is a king who can be relied upon to bring justice and mercy, while also holding us accountable. There are safety and assurance in boundaries and covenant. We know where God stands: God stands with us.

“Awaken you people, entrust your hearts to Love.”

  • Where do you find boundaries and structure help you in your relationship with God and others?
  • Are there “lesser gods” in your life that compete for your time with the Beloved?

2 Peter 1:13-21

The author of 2 Peter is obviously concerned about authority, credibility, and trust. We aren’t sure to whom he is referring when he contrasts “cleverly devised myths” with the eyewitness account of the Transfiguration. His are not words of boasting, but of concern that the readers or listeners know the truth of Jesus Christ, the Beloved Son of the Majestic Glory.

The writer also makes it clear that the Bible is a powerful and dangerous text, not to be interpreted without careful discernment and reliance upon the Spirit as mediator. In the Early Church, it was important (as it is for us today) to have confidence in those that interpreted Scripture. Prophecy never begins and ends with human beings, but from and with the Holy Spirit who enlightens our efforts, that the Word may serve as a lamp to illumine our hearts.

  • With the many interpretations of truth that swirl around us, where do you look for guidance and counsel?
  • This letter, purportedly written by Peter, apostle of Jesus, was most likely written by a later prophetic author. How does that change, if at all, how we might unlock our own interpretation of the “eyewitness” testimony?

Luke 9:28-36

The telling of the Transfiguration is found in all three synoptic gospels. All have similar elements – Jesus’ changing appearance, his shining face and dazzling white garments, the appearance of Moses and Elijah, and the cloud from which God affirms Jesus’ authority, giving a foretaste of his glory as the Son of the Most High. The differences in Luke’s gospel lie in some specifics related to the conversation Jesus has with Elijah and Moses.

“They appeared in glory and were speaking of his departure, which he was about to accomplish at Jerusalem.” Here Moses and Elijah, the Law and the Prophets, bear witness to Jesus’ departure, his exodus, as still another saving act of God. Jesus and his companions will now begin the journey, traveling from the mountaintop to the valley, and from there the glory of God in Christ Jesus will be made known to all the nations.

We can’t blame Peter for wanting to hold onto the three shining figures transfigured by their proximity to the Holy One. How many times have we experienced the shining of Christ in our lives in a moment of inspired worship and prayer, only to find the image fading days or perhaps hours later? Unfortunately, we can’t stop time. Perhaps what we might seek to transfigure is how we see the world in the light of Christ, and then to reflect that out to the world.

  • What are some ways we can listen to Jesus’ voice that might transfigure our lives?
  • How do you shine the light of Christ in small and not-so-small ways?

[1] Merrill, Nan C. Psalms for Praying: An Invitation to Wholeness. New York: Continuum, 2008.

Estudio Bíblico: La Fiesta de la Transfiguración (A) – 2017

August 06, 2017


[RCL] Éxodo 34:29-35; Salmo 99; 2 Pedro 1:13-21; Lucas 9:28-36 Éxodo 34: 29-35

Éxodo 34: 29-35

Moisés regresa al pueblo con el regalo de las tablas de la alianza en sus brazos. Ha estado hablando con Dios “cara a cara, como se habla con un amigo” (Ex 33: 7-11). Los israelitas se asombran del sorprendente efecto de la brillante cara de Moisés. Y la gente está asustada por el cambio obrado en él.

Moisés llama a la gente para que oigan las palabras más santas de Dios dirigidas a ellos y compartan en el pacto renovado. Eventualmente, a pesar de su miedo por el cambio operado en Moisés, ellos vienen ya que el resplandor de su rostro evidencia que Dios está obrando en Moisés.

¿No deseamos estar en la presencia de nuestro Creador? Oramos por eso mismo, para ver el rostro de Dios, para estar allí en su Presencia, para saber cómo es. Y de hecho, es algo que da miedo, el saber que sin duda seremos cambiados por la experiencia. ¿Podrían los demás darse vuelta, temerosos de nuestros rostros brillantes y de la verdad que hablamos?

• Moisés cubre su rostro a menos que esté con Dios o hable la palabra de Dios al pueblo. ¿Por qué crees que es?
• ¿Cómo es visible tu fe para los demás?
• ¿Cuál ha sido tu experiencia de transmitir la palabra de Dios a los demás? ¿Crees que después te ven de otra manera?

Salmo 99

El Salmo 99 es el último de los “salmos de entronización”, donde tenemos una visión de Dios situada sobre todo, en el más alto de los lugares santos: en este caso, sobre el mismo Arca de la Alianza. En su traducción del Salmo 99, Nan Merrill escribe, “¡Despertaos vosotros! Confiad vuestros corazones al Amor”. 1 Ante el mismo Amor, los líderes del mundo se inclinan y proclaman al poderoso Rey, el amante de la justicia, que trae la equidad.

El salmista, consciente de las fallas de los reyes humanos y del efecto de sus fracasos en el pueblo, les recuerda su relación ancestral con el Señor Dios. Dios es un rey en el que se puede confiar para que traiga la justicia y la misericordia, al mismo tiempo que nos hace responsables.

Hay seguridad y garantía en los límites y en el pacto. Sabemos dónde está Dios: Dios está con nosotros.

“Despertaos, confiad vuestros corazones al Amor”.
• ¿Dónde encuentras que los límites y la estructura te ayuden en tu relación con Dios y con los demás?
• ¿Hay “dioses menores” en tu vida que compitan por tu tiempo con el Amado? 2 Pedro 1: 13-21

El autor de la Segunda carta de san Pedro está obviamente preocupado por la autoridad, la credibilidad y la confianza. No estamos seguros de a quién se está refiriendo cuando contrasta los “mitos ingeniosamente inventados” con el testimonio de la narración de la Transfiguración. No son palabras de jactancia, sino de preocupación de que los lectores o los oyentes conozcan la verdad de Jesucristo, el Hijo Amado de la Gloria Majestuosa.

El escritor también deja claro que la Biblia es un texto poderoso y peligroso, que no debe interpretarse sin un cuidadoso discernimiento y confianza en el Espíritu como mediador. En la Iglesia Primitiva, era importante (como es hoy para nosotros) tener confianza en aquellos que interpretaron las Escrituras. La profecía nunca comienza y termina con los seres humanos, sino que proviene del Espíritu Santo y con él, que ilumina nuestros esfuerzos, para que la Palabra sirva como una lámpara que ilumina nuestros corazones.

• Con las muchas interpretaciones de la verdad que nos rodean, ¿dónde buscas orientación y consejo?
• Esta carta, supuestamente escrita por Pedro, apóstol de Jesús, fue muy probablemente escrita por un autor profético posterior. ¿Cómo cambia eso, si acaso, el cómo podemos
desbloquear nuestra propia interpretación del testimonio de “testigos oculares”?

Lucas 9: 28-36

El relato de la Transfiguración se encuentra en los tres evangelios sinópticos. Todos tienen elementos similares: la apariencia cambiante de Jesús, su rostro resplandeciente y vestiduras blancas deslumbrantes, la aparición de Moisés y Elías y la nube de la cual Dios afirma la autoridad de Jesús, dando un anticipo de su gloria como Hijo del Altísimo. Las diferencias en el evangelio de Lucas se encuentran en algunos detalles relacionados con la conversación que Jesús tiene con Elías y Moisés.

“Ellos aparecieron gloriosos y comentaban la partida de Jesús que estaba a punto de realizarse en Jerusalén”. Aquí Moisés y Elías, la Ley y los Profetas, dan testimonio de la partida de Jesús, su éxodo, como otro acto salvífico de Dios. Jesús y sus compañeros ahora comenzarán el viaje, viajando desde la cima de la montaña hasta el valle, y de allí se dará a conocer la gloria de Dios en Cristo Jesús en todas las naciones.

No podemos culpar a Pedro por querer retener a los tres personajes brillantes transfigurados por su proximidad al Santo. ¿Cuántas veces hemos experimentado el resplandor de Cristo en nuestras vidas en un momento de adoración y oración inspiradas, sólo para constatar que la imagen se desvanece días o quizás horas después? Desafortunadamente, no podemos detener el tiempo. Tal vez lo que podríamos tratar de transfigurar es cómo vemos el mundo a la luz de Cristo, y luego reflejarlo al mundo.

• ¿De qué manera podemos escuchar la voz de Jesús para que pueda transfigurar nuestras vidas?
• ¿Cómo resplandece la luz de Cristo en formas pequeñas y no tan pequeñas?

Sandi Albom se graduó recientemente en mayo de 2017 en la Escuela de Divinidad Episcopal con un Master en Divinidad. Ella trabaja en la Parroquia de Todos los Santos, Peterborough, N.H. y será ordenada al diaconado de transición en septiembre de 2017. Sandi es activa en los Ministerios de Recuperación en la Iglesia Episcopal en New Hampshire. Sandi, su esposo Bob, profesor de la Southern New Hampshire University, y sus dos compañeros felinos, Mandy y Quinn, viven en Hooksett, N.H. Publicado por la Oficina de Formación de la Iglesia Episcopal, 815 Segunda Avenida, Nueva York, N.Y. 10017. © 2017 La Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera de la Iglesia Episcopal Protestante en Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.

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Contacto:
Rvdo. Richard Acosta R., Th.D.

Editor, Sermones que Iluminan

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