Estudio Bíblico: Cuaresma 3 (C) – 2013
March 03, 2013
Éxodo 3:1-15
Creo acertar en el supuesto de que nadie que lea estas notas habrá sido confrontado por Dios en la forma física de una zarza ardiente. Pero sí contamos con un vocabulario que habla de ser “llamados” por Dios o de seguir la “guía del Espíritu”. Entonces, ¿por qué no vemos a las zarzas ardientes como algo natural?
El estudioso del Antiguo Testamento y teólogo Walter Brueggemann señala en “La Biblia de los nuevos intérpretes” (Abingdon Press, 1994) que el lenguaje al comienzo de esta historia nos advierte que “no esperemos entenderla mediante nuestras categorías habituales”. De hecho, si nos centramos solamente en los detalles físicos, podríamos perder el mensaje de la teofanía: cuando Moisés se quita las sandalias está simbolizando que es un siervo de Dios. El resto de su vida lo pasaría trabajando en lo que era originalmente un consentimiento a regañadientes, en el mejor de los casos.
Si tomamos en serio algunos de los otros escritores bíblicos, los arbustos ardientes no son un requisito para un encuentro con Dios que cambia la vida. Podemos encontrarnos con Dios en la naturaleza, en la meditación, y en otras personas. Y si tomamos esto en serio, debemos estar dispuestos a reconocer ese potencial a todo nuestro alrededor. Si no estamos preparados de esa manera, una zarza ardiente puede que no haga la diferencia, no importa lo milagroso de las llamas.
- ¿Dónde está Dios intentando aparecerse en tu vida? ¿Estás listo para ser llamado a algo completamente inesperado? ¿Qué excusas ofreces por qué no puedes responder a la llamada de Dios en tu vida?
Salmo 63:1-8
Los eruditos debaten sobre el origen de este salmo. ¿Fue un salmo de alabanza, o un salmo de realeza, o un salmo de agradecimiento? ¿O todo esto? Independientemente de su configuración original, hoy es muy apropiado para una variedad de circunstancias.
El salmista juega con las ideas de hambre y sed de Dios, un concepto que no es nuevo en la tradición, pero, no obstante, sí un concepto rico en significado. El alma que busca a Dios y medita en Dios será saciada “como de meollo y de grosura”. Esto evoca imágenes del banquete escatológico de Isaías 25: “En esta montaña el Señor de los ejércitos hará para todos los pueblos un banquete de… alimentos ricos llenos de médula, de vinos añejos refinados”.
- Cabe señalar que la boca y los labios, que son instrumentos para comer, juegan un doble papel en esta metáfora: la misma boca que tiene hambre de Dios canta las alabanzas de Dios. ¿Alguna vez has experimentado una profunda hambre de Dios?
- ¿Alguna vez has experimentado la alegría del alma que proviene de haber colmado esa hambre?
1 Corintios 10:1-13
La progresión del pensamiento de san Pablo es a veces un poco difícil de seguir. La tentación al considerar este pasaje es quedarse fijados en la divertida representación de Cristo con los israelitas por el desierto, disfrazado como una roca. Pero hay más que eso.
Pablo comienza este segmento de la carta dirigida a un público en su mayoría gentiles llamando a los israelitas “nuestros antepasados”, con ello sitúa a la iglesia de lleno en la línea de la historia de la salvación de la que el éxodo fue una parte integral. Comienza con una caracterización de su viaje por el desierto que suena bastante sacramental, pero rápidamente se convierte en una discusión de sus fallos, lo que llevó a consecuencias más severas. Es difícil ver cómo se puede dar ese gran salto retórico en tan pocas frases, hasta que uno recuerda que una de las motivaciones de la escritura de la carta, en la que se incluye este pasaje, fue la proliferación de inmoralidad en alguna parte de la iglesia de Corinto.
Es posible una lectura de este texto que lo ve como con aire de suficiencia “sobre cesionista”, y podría estar justificada. Sin embargo, también se podría considerar que Pablo está afirmando que Cristo estaba con Israel en su viaje, que es un pensamiento interesante. Su mensaje entonces, no sería denigrar a Israel, sino demostrar un paralelo entre algunos en Israel y otros en la iglesia. La comida y bebida espiritual no son una suficiente inoculación contra el comportamiento inmoral, en Israel y en la iglesia. La buena noticia, sin embargo, es que Dios se compromete a proporcionar una vía de escape (un éxodo, si se quiere) de la tentación de tal comportamiento.
- ¿Has experimentado a Cristo acompañándote en tu caminar?
- ¿Has experimentado alguna forma de escapar mientras te encontrabas en una situación difícil? ¿Puedes pensar en una situación en la que no veías ninguna vía de escape?
Lucas 13:1-9
¿Por qué le suceden cosas malas a gente buena? Si hay una pregunta que desafía a una sencilla respuesta teológica, es esa. Pero es una cuestión que se debe abordar, sobre todo porque a menudo se cita como la razón por la cual la creencia en Dios no funciona.
Las respuestas son multivalentes incluso dentro de los documentos bíblicos. El libro de los Proverbios, varios salmos y el Deuteronomio se inclinan hacia una relación causal: practica el bien y seguirá el bien, practica el mal y seguirá el mal. El Eclesiastés sugiere que de todos modos no importa, ya que todos vamos a morir tarde o temprano. Y Job encabeza la lucha para desacreditar la idea de que la gente se acarrea las cosas malas que les suceden.
Lucas presenta a Jesús que cae de lleno en este último campo. Las respuestas no son sencillas, pero Jesús es claro en que las calamidades, ya sean de carácter humano o natural, no son simplemente el resultado de malas decisiones por parte de los que las sufren. Jesús no explica las vicisitudes de la vida, pero va un paso más allá: “Si no os arrepentís, todos pereceréis como ellos”. Estas no son palabras confortables.
En todo Lucas la prosperidad temporal no es equivalente a favor divino. El evangelio de Lucas nos ofrece declaraciones como esta: “Bienaventurados vosotros, los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. … Pero ¡ay de vosotros los ricos, porque ya recibisteis vuestro consuelo!”. En la teología de Lucas, la disposición hacia Dios es lo que cuenta, no lo bueno o malo pueda sucederle a alguien. Si entendemos nuestro lugar en relación al llamado de Dios, vamos a dar el fruto del arrepentimiento.
- ¿Qué significa que el arrepentirse en el contexto de tu vida?
- ¿Qué te llama la atención en la parábola de la higuera? ¿Te sientes fructífero en este momento de tu vida?
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