Estudio Bíblico

Estudio Bíblico: Cuaresma 5 (C) – 2019

April 07, 2019


Isaías 43: 16-21

El agua. Da vida, y su oferta en el desierto es literalmente una esperanza que brota o fluye del suelo. En el contexto del exilio babilónico, este oráculo profético del Segundo Isaías, la imagen del agua en medio del desierto, que tendría que ser cruzado para regresar a Judea, fue tanto una imagen metafórica de esperanza como una manera práctica de expresar que Dios salvaría al pueblo escogido de Dios y garantizaría su propia supervivencia al regresar del exilio. El profeta escribe no sólo para recordar a los israelitas acerca de su liberación de Egipto y el milagro de la separación del Mar Rojo, sino también para poner en contexto que esta liberación sería algo nuevo. Dios proporcionará una salida de Babilonia a los israelitas mediante el emperador Ciro de Persia, y también garantizará que el camino a casa sea tal en el que la gente pueda sobrevivir. Este mensaje es necesario para fortalecer a la gente debido a su memoria colectiva de la marcha del exilio a Babilonia y sus experiencias durante el período intermedio.

La conexión con el Éxodo es importante; recuerda la relación única entre los israelitas y Dios, pero también muestra cómo esta situación es diferente a la anterior. En Egipto, el pueblo tenía a Moisés, se enfrentaron al Faraón y podían reclamar la ascendencia a José. Escaparon, pero entonces eran gente diferente. Ahora son personas derrotadas y humilladas que están destrozadas y han perdido su identidad de muchas maneras. Dios los encuentra donde están. El camino hacia la liberación y la salvación es lo que necesitan en este momento, en lugar de seguir el patrón de lo que se necesitaba durante el Éxodo. Dios está presente en su angustia y agitación, lo cual es una promesa de estar presente también para nosotros y para nuestras necesidades específicas.

Si bien somos propensos a enfrentar nuestros desafíos actuales confiando en lo que ha funcionado en el pasado, Dios no está obligado a seguir esa manera de pensar. Esta es una lección increíblemente importante para nosotros, no solo porque Dios estará presente para nosotros, sino también como un ejemplo, tanto para los individuos, como para la Iglesia. Deberíamos estar presentes con los que están en peligro y encontrarlos donde están, sin asumir y ni necesariamente confiar en una respuesta prescrita. Esto es especialmente importante para la iglesia institucional, ya que buscamos re-imaginarnos como una iglesia que responde a las necesidades de hoy y no a las necesidades de generaciones pasadas. Debemos emular este patrón y tratar de comprender las necesidades de nuestras comunidades ahora, y responder a esas necesidades de nuevas maneras. La fidelidad de Dios no está condicionada a lo que ha ocurrido antes, y sería prudente que lo entendiéramos como comunidades de fe.

  • ¿Puede usted  nombrar un momento en el que sintió una esperanza equivalente a la de encontrar agua en medio de un desierto?
  • Lo que sucedió antes informa cómo vemos el mundo, pero Isaías nos pide que no recordemos lo que sucedió antes, ni consideremos lo que es antiguo. Identifique un momento en el que fue útil ignorar lo que sucedió antes, pero también identifique un momento en el que ignorar lo que sucedió antes fue problemático.
  • ¿Cuáles son algunas de las cosas que la Iglesia hace que podríamos servir mejor si las abandonáramos y olvidáramos?

Salmo 126

Una forma de entender este salmo es a través de su contexto en los Salmos de las Subidas (Salmos 120-134) y como uno de los salmos que debe rezarse en los quince pasos hacia el Templo. Es una canción de ascenso para encontrarnos con Dios. El tema de la restauración que escuchamos en la lectura de Isaías se repite aquí. Lo que ha sido demolido y los que han sido humillados y marginados serán restaurados, renovados y exaltados. Si bien el texto original habla de la restauración del pueblo hebreo después de la destrucción de Jerusalén, su Templo, y su sociedad a manos de los babilonios, también podemos escuchar como cristianos, cómo la resurrección de Jesús borrará nuestro dolor y nuestros temores que nos acompañan el Viernes Santo para ser reemplazados por la alegría de la Pascua.

La imagen de los pasos al templo, que refleja la forma poética del texto hebreo, presenta un patrón útil para que lo emulemos en nuestro viaje durante la Cuaresma. Cada día y semana de la Cuaresma, damos pasos hacia la Semana Santa, la cruz y, finalmente, la Pascua. Cada día ofrece la oportunidad de que la reflexión acompañe cada paso y la oportunidad de inspeccionar un aspecto diferente de nuestras vidas y nuestros corazones. También es una oportunidad para dar un paso más a orientar nuestros corazones hacia Dios.

  • La restauración de Israel fue gozosa y vivificante, pero también implicó reflexión y arrepentimiento para afrontar dónde los israelitas se habían quedado cortos en su relación con Dios. ¿Dónde se encuentra usted en su viaje durante la Cuaresma y dónde todavía hay oportunidades para el arrepentimiento que le llevará a la verdadera restauración con Dios?
  • ¿Puede describir un momento en el que estuvo lleno de tristeza, pesar o pérdida y su alegría fue restaurada? ¿Cómo se sintió eso? ¿Ha compartido ese viaje con alguien recientemente?

Filipenses 3: 4b-14

Los privilegios pueden venir de muchas maneras, ya sean heredados o buscados, y pueden ser muy difíciles de identificar y de renunciar a ellos. Pablo describe algunos de los privilegios que ha experimentado y cómo el vaciarse de estos privilegios lo ha acercado más a Cristo. Si bien los privilegios específicos que Pablo describe no pueden resonar con nosotros de la misma manera que en los días de Pablo, vaciarnos de nuestros privilegios es un componente crítico de nuestra jornada de fe como cristianos, ya que nos separan unos de otros y, por lo tanto, de Cristo.

Lo que realmente destaca aquí es la profundidad de la humildad de Pablo. Podemos especular sobre lo que cambió para Pablo en su conversión, pero el impacto es profundo, y es un modelo para nosotros sobre lo que es posible cuando buscamos vaciarnos y acercarnos más a Cristo. Este es un viaje de por vida, como lo expresa Pablo al final de este pasaje, pero en él estamos acompañados y fortalecidos por Cristo. Al vaciarnos, el espacio se llena del Espíritu Santo y nuestra confianza en la vida resucitada en Cristo.

A la luz de nuestro viaje durante la Cuaresma, este pasaje nos invita a inspeccionar nuestras propias vidas para identificar aquellas áreas donde nuestro privilegio inhibe nuestro viaje hacia la vida resucitada en Cristo. A medida que las identificamos, nuestras posesiones, nuestros privilegios sociales, raciales o económicos, o incluso nuestro privilegio de ser cristianos en este país, examinamos no solo lo que son, sino también cómo podemos vaciarnos de ellos.

  • ¿Qué privilegios equivalentes a los de Pablo tiene usted?
  • ¿Qué significa para usted “hacerme semejante a [Cristo] en su muerte”?
  • ¿Qué se necesitaría para vaciarse, para ser más como Cristo en su muerte? ¿Cuál es un paso concreto que podría dar en ese viaje antes de la Pascua?

Juan 12: 1-8

Hay algo desconcertante en la respuesta de Jesús a Judas, porque la pregunta de Judas es una pregunta que muchos de nosotros podríamos hacer. Uno pensaría que escucharíamos exactamente lo contrario de Jesús, que todos nuestros recursos deberían ir a los pobres. Esto es especialmente desconcertante cuando vemos tal disparidad en torno a la desigualdad de ingresos que hacemos hoy. Estos momentos en que las respuestas de Jesús no cumplen con nuestras expectativas nos obligan a continuar examinando lo que significa el discipulado.

El momento de este pasaje es importante ya que aparece justo antes de la entrada de Jesús en Jerusalén y el comienzo de su pasión. María unge a Jesús tal como un rey hubiera sido ungido, prefigurando su entrada, y Jesús cambia esa expectativa al lavar los pies de sus discípulos, replanteando así nuestro concepto de reinado y liderazgo.

En apariencia, la crítica de Judas cumple nuestras expectativas y María está siendo realmente derrochadora, pero Juan aclara que incluso si Judas está diciendo lo “correcto”, sus motivos son impuros y las acciones de María son las de un verdadero discípulo. Mientras Judas usa la difícil situación de los pobres para enriquecerse, María sirve a Dios a través de la abundancia de la creación y busca una relación más profunda con Jesús.

El discipulado consiste en el amor y el servicio a Dios, no en decir lo correcto en servicio a nuestros propios fines. La crítica, como muchas de las enseñanzas difíciles de Jesús, no trata de lo que decimos, sino de por qué lo decimos y lo que hay en nuestros corazones. Cuando estamos discerniendo cuál es la mejor manera de utilizar los recursos de la creación o cómo podemos usar mejor nuestro tiempo, talentos y tesoros para promover la misión de Dios, debemos examinarnos a nosotros mismos tanto como examinamos lo que sucede a nuestro alrededor. Nos acercamos rápidamente a la Semana Santa, donde nuestros defectos más profundos, nuestras tendencias pecaminosas y nuestros pecados absolutos quedarán al descubierto. Por más doloroso que pueda ser este tipo de reflexión, nos enorgullecemos de que la labor de la Cuaresma y la Semana Santa culminen en la obra redentora de la cruz y la resurrección de Jesús, en verdad buenas noticias.

  • Reflexione sobre su viaje durante la Cuaresma hasta ahora. ¿Ha identificado áreas en las que hay necesidad de arrepentimiento y restauración? Si es así, ¿cuáles son?
  • ¿Puede mencionar un momento en el que se haya enfrentado a la difícil decisión de cómo usar sus propios recursos o los de su comunidad de fe? ¿Cómo llegó la comunidad a una decisión? Después de reflexionar, ¿se siente cómodo con esa decisión y las motivaciones detrás de ella?

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Contacto:
Rvdo. Richard Acosta R., Th.D.

Editor, Sermones que Iluminan

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