Estudio Bíblico: Epifanía 4 (C) – 30 de enero de 2022

[RCL] Jeremías 1: 4-10; Salmo 71: 1-6; 1 Corintios 13: 1-13; Lucas 4: 21-30

Jeremías 1: 4-10

Esta primera parte del libro de Jeremías detalla la narrativa cuando el Señor hace el llamado profético de Jeremías. El contexto de la narración del llamado profético de Jeremías surge de la toma de posesión y el exilio babilónico del reino del norte, del cual Jeremías formó parte, bajo el reinado de Josías (640-609 a. C.). A raíz de una destrucción tan brutal, el Señor pide a Jeremías que sea un profeta para las naciones, es decir, tanto para el reino del norte en el exilio como para el reino del sur. Este llamado del Señor es tierno e íntimo; el Señor conoció y consagró a Jeremías en el vientre de su madre, antes incluso de que Jeremías naciera en el mundo. A pesar de esta ternura expresada por el Señor, Jeremías siente una sensación de insuficiencia de ser profeta de ambos reinos contra el extremadamente poderoso y brutal Imperio Babilónico. El Señor le recuerda que no está solo y que el Señor está con él para guiar a las naciones en su mensaje profético.

• ¿Alguna vez ha sido abrumado por lo que se sentía llamado a hacer por Dios? ¿Cómo estuvo Dios con usted?
• ¿Qué mensaje profético cree que se debe compartir en nuestro propio tiempo? ¿Por qué?

Salmo 71: 1-6

El salmista expresa una ferviente súplica a Dios pidiendo refugio. Sin embargo, la súplica también expresa la esperanza de que no se avergüencen de confiar en el refugio del Señor. Esta es quizás también una forma de estimular el honor de Dios, como para sugerir que no solo se sentirían avergonzados si Dios no cumpliera, sino también que el buen nombre de Dios podría ser avergonzado. El salmista expone claramente la amenaza de peligro y daño de los opresores y pide tres cosas: (1) refugio, (2) rescate, y (3) ser liberado. En caso de que la apelación al buen nombre de Dios no sea efectiva, el salmista luego halaga a Dios con un recordatorio de su fidelidad a Dios desde la juventud, reconociendo el sustento de Dios incluso antes del nacimiento. El salmista le recuerda a Dios que su alabanza siempre será para Dios.

• ¿Cómo le pide a Dios lo que usted pueda necesitar? ¿Le parece eso fácil o difícil? ¿Por qué?
• ¿Cómo le ha sostenido Dios desde antes de que naciera?

1 Corintios 13: 1-13

Esta carta de Pablo a la iglesia en Corinto es en respuesta al informe que le hizo Cloe sobre algunos de los problemas que surgían en la comunidad eclesial. En los capítulos del 8 al 10, Pablo analiza la ética en torno a la alimentación: ¿se debe comer la comida que en la fiesta que se ha sacrificado a los ídolos? En el capítulo 11, aconseja cubrirse la cabeza y los abusos que tienen lugar en la Eucaristía. En el capítulo 12, Pablo torna al significado de los dones espirituales, porque los corintios se han vuelto arrogantes y despectivos hacia otros miembros de la comunidad.

El capítulo 13: 1-13 ofrece la visión de Pablo de lo que significa estar en comunidad unos con otros. Para Pablo, esa visión es una comunidad que se esfuerza por alcanzar el más alto de todos los dones espirituales: el amor. La palabra griega que se usa aquí para amor es ágape, el tipo de amor que se origina en Dios. Sin disminuir en absoluto otras formas de amor, Pablo dirige a los corintios hacia la clase de amor mutuo que Cristo tiene: el amor ejemplificado al preocuparse por el bienestar de los demás, incluso a un gran costo. Pablo termina con la analogía de crecer en el propio razonamiento, señalando que, mientras nos esforzamos por alcanzar este amor cristiano ahora, tendremos una comprensión más completa en la próxima vida de lo que significa el amor con Dios.

• ¿Cómo influye la clase de amor que Pablo describe aquí en cómo se preocupa usted por los demás?
• ¿Cómo le ayuda el amor ágape a amar mejor de otra manera?
• ¿Ha experimentado dificultades en su vida en común en su comunidad? ¿Cómo lo resolvió?

Lucas 4: 21-30

En este pasaje de Lucas, Jesús se encuentra con personas en su ciudad natal de Nazaret que parecen dudar de su misión. Jesús proclama con valentía que, con su misión, la Escritura se ha cumplido en ese mismo momento. Esto hace que algunos de la multitud respondan con un poco de sarcasmo: “¿No es este el hijo de José?” Jesús responde con dos historias de grandes profetas, Elías y Eliseo, que fueron enviados en medio de gentiles que mostraron mayor fe en Dios que los israelitas. Esto enfurece a la multitud de su ciudad natal con la insinuación de que es similar su falta de fe en él.

• ¿Ha experimentado sentirse incomprendido en el trabajo y ministerio?
• ¿De qué manera etiquetamos y juzgamos a los demás en categorías limitadas? ¿Cómo podría esto dañar a otros en nuestra comunidad?