Estudio Bíblico: Epifanía 5 (C) – 6 de febrero de 2022

[RCL] Isaías 6: 1-8; Salmo 138; 1 Corintios 15: 1-11; Lucas 5: 1-11

Nota del editor: Notará que el autor de hoy usa una convención común en algunas tradiciones para evitar escribir completamente el nombre, o en este caso, un sustituto común del nombre del Señor. Generalmente, esta ortografía es utilizada por escritores que no desean arriesgarse a que el nombre sea destruido o desfigurado. Puede leerse como lo haría normalmente.

Isaías 6: 1-8

Isaías había advertido a los líderes de Judá sobre el juicio pendiente de [G-d]D-s, Dios. Las pasiones adúlteras del pueblo de Judá rompieron su relación con YWHW. El fundamento de ser quien una vez había sido un Dios de fidelidad y provisión había sido reemplazado por dioses del deseo y la aversión. El resultado: los pobres son descuidados, la tierra violada y son como cualquier otra nación. En una visión épica del fantasma tecnicolor, Dios se revela a sí mismo a Isaías. Como humo que sale de un fuego, la soberanía y santidad de Dios envuelven a toda la tierra. Abrumado por la santidad de Dios, Isaías declara su indignidad de estar en la presencia del “Señor de los ejércitos”. ¿Qué sucede después? Este Dios soberano, santo y completamente diferente invita y escoge a una criatura finita para proclamar las buenas nuevas de salvación. En sociedad con Isaías, Dios promete traer fuegos refinadores, y Sion volvería a ser una luz para todas las naciones.

• ¿Cómo le hace sentir que un Dios trascendente tenga una conexión indisoluble con la creación de Dios?
• ¿De qué manera podría Dios estar llamándole a vivir una vida apartada para servir en medio de su comunidad?

Salmo 138

En este cántico de acción de gracias, el adorador relata un tiempo de agitación peligrosa y cómo la fidelidad de Dios los liberó de la “furia de [los] enemigos”. Superado por la realidad de quién es Dios, el adorador traza un mapa de quién es Dios y cómo trabaja en el mundo. Este salmo nos invita a ver la yuxtaposición de la alteridad trascendente de Dios y su inmanente morada en nosotros. Sí, Dios está por encima de todos los dioses. Sí, el nombre de Dios está por encima de todos los nombres y las palabras de Dios están por encima de todas las palabras. Todos los reyes de la tierra alaban a nuestro Dios. Dios es trascendente. Y, sin embargo, entretejido en las exclamaciones de la asombrosa alteridad de Dios [el totalmente Otro], el adorador reflexiona sobre la relación íntima con Dios: “Cuando llamé, tú [es decir, Dios] respondiste” y “Aunque el Señor sea exaltado, se preocupa por los humildes”. El Salmo 138 celebra maravillosamente el amor insondable que Dios tiene por su pueblo, incluso por los que se encuentran al margen. Al final de todo, lo que distingue a Dios de otros dioses, lo que hace a Dios digno de alabanza, es que Dios es un Dios que está siempre a disposición del adorador. Dios es un Dios que es para nosotros.

• ¿Qué estrofa de este salmo reflejaría su testimonio?
• ¿De qué manera ha estado presente el amor perdurable de Dios en su camino espiritual y cómo respondes a Dios de la misma manera?

1 Corintios 15: 1-11

En los primeros catorce capítulos de la carta a los corintios, el apóstol Pablo escribe una polémica contra la división, la mala conducta sexual, la comida sacrificada a los ídolos y la adoración caótica. Pablo identifica la raíz del problema como un desprecio hacia el prójimo. Para Pablo, no es suficiente decir solamente: “Jesús es el Señor”, sino que todos los aspectos de la vida deben reflejar esa realidad.

En el capítulo quince, Pablo aborda la cuestión de la resurrección. En su respuesta al escepticismo de los corintios, Pablo no deja lugar a malentendidos. Cristo murió y resucitó, un hecho respaldado primero por numerosos testigos presenciales, incluido él mismo y, en segundo lugar, la reorientación de la realidad nació a través de la regeneración de la resurrección. El último punto apoya la pregunta del “cómo” de los capítulos anteriores. ¿Cómo puede toda la vida de uno reflejar el evangelio? La respuesta es mediante la resurrección. Cristo desmantela la muerte y el pecado en la resurrección y derrama la gracia regenerativa que nos reorienta a una vida de valores del reino. Pablo da testimonio de esta gracia en su propia vida al reflexionar sobre su pasado como principal perseguidor de la iglesia, y cómo ahora es un humilde apóstol y fiel proclamador del evangelio.

• ¿Cómo refleja su testimonio el poder de la resurrección de Dios en su vida o en la vida de su comunidad?
• ¿De qué manera los sacramentos lo sostienen para vivir la esperanza de un mundo regenerado por el poder de la resurrección?

Lucas 5: 1-11

Se podría argumentar que el punto focal de esta historia es el milagro de una gran captura de peces o incluso la vocación de Simón Pedro. Sin embargo, hay otra perspectiva aquí que merece la atención: la multitud. A veces es fácil olvidar, en la emoción de esta narrativa, que la multitud incluso está presente. A lo largo de las narraciones del evangelio, “la multitud” o “la gente” siempre presiona hacia Jesús, tratando de acercarse, buscando algo. En Lucas 5, la multitud quiere escuchar la “palabra de Dios”. No una palabra de inspiración, una declaración concisa o una anécdota; no, quieren escuchar la palabra de Dios. Quieren escuchar las palabras que crearon el cosmos que animó el polvo a la vida; quieren escuchar una palabra que sostenga y transforme.

Jesús, sintiendo su anhelo, satisface su necesidad no solo hoy, sino para siempre. Después de enseñar a la multitud, Jesús llama a Simón Pedro para “[atrapar, pescar] gente”. En esta escena, vemos un perfecto presagio de lo que está por venir. Pedro será la roca sobre la que se edifica la Iglesia. Aunque ninguno de los dos lo sabía, la parroquia y el párroco se conocieron por primera vez. En el llamado de Pedro y el continuo llamado del pueblo de Dios, la palabra de Dios continuaría siendo escuchada por los que anhelan ser sostenidos y renovados.

• ¿Cómo ha impactado el ministerio de la palabra en su camino de fe?
• ¿Se ve dentro de esta narrativa? ¿Dónde?