Estudio Bíblico: Epifanía 7 (C) – 2019
February 24, 2019
Génesis 45: 3-11, 15
Este pasaje es el punto culminante de la historia de José. Es el momento de la reconciliación y el perdón; es el momento en que José expone cómo todas las pruebas de su vida han conducido a esta escena. De manera crucial, es José el que decide que el tiempo de la ira ha pasado, no sus hermanos o las fuerzas imperiales que lo maltrataron. Del mismo modo, es José el que elige interpretar que el patrón de su vida y el abuso que ha soportado han sido providencia divina. José libera a sus hermanos de la culpa de sus malas acciones, pero no les da la satisfacción de reclamar crédito por su éxito. Tampoco él mismo reclama el crédito. Para José, es Dios quien encontró la manera de entretejer las tragedias de la esclavitud, la rivalidad entre los hermanos, el hambre y la opresión económica para que manifestaran el perdón, la gracia y la fidelidad de Dios.
- ¿Qué sucede cuando declaramos inapropiadamente que el tiempo de enojo ha terminado para otra persona? ¿Qué nos ayuda a discernir cuándo es el momento adecuado para nosotros?
- ¿A qué se parece el apoyar a una persona que decide reinterpretar las pruebas de su vida como la voluntad de Dios? ¿Cómo podemos mantener eso y al mismo tiempo no justificar errores e injusticias como voluntad de Dios?
Salmo 37: 1-12, 41-42
“Dondequiera que haya injusticia, hay ira, y la ira es como la gasolina: si la rocías alrededor y alguien enciende una cerilla, tienes un infierno. Pero la ira dentro de un motor es poderosa: puede hacer que avancemos y nos ayude a atravesar momentos terribles y nos dé poder”. – Scilla Elworthy
Este salmo contiene un fuerte y claro llamado a la paciencia en lugar de la ira o la rabia. Sin embargo, como lo señala la nominada al Premio Nobel de la Paz Scilla Elworthy, la ira no siempre conduce al mal, como lo sugiere el salmo. Sin embargo, si esperamos usar la ira como gasolina para impulsar un cambio positivo, tal vez deberíamos considerar la paciencia que este salmo recomienda. La ira nos regala con la urgencia que necesitamos. Con la paciencia que nace de la confianza en Dios, tal vez podamos transformar nuestra ira, debida a la injusticia, en la energía que necesitamos para alinearnos con la gracia salvadora de Dios en el mundo.
- ¿Cómo pueden nuestra fe y nuestras comunidades ayudarnos a discernir cuándo tenemos demasiada ira? ¿Demasiada paciencia?
- La ira es a menudo una respuesta natural a sentirse fuera de control. En lugar de recuperar nuestro propio sentido de control, este salmo nos recuerda el control de Dios sobre la vida y el mundo. ¿Por qué podría ser difícil para usted el escuchar esto? ¿Por qué podría ser útil?
1 Corintios 15: 35-38, 42-50
“El hombre está literalmente dividido en dos: es consciente de su propia y espléndida singularidad, ya que destaca sobre la naturaleza con una majestad imponente, y, sin embargo, retorna bajo la tierra unos pocos pies para pudrirse ciegamente y sin rumbo y desaparecer para siempre” – Ernest Becker
En este pasaje a los corintios, Pablo nos recuerda que la resurrección requiere la muerte. Las razones por las que debemos temer a la muerte son abrumadoras: incertidumbre, separación, dolor y potencial desperdiciado. Ciertamente, el análisis de Becker de que la negación de la muerte se encuentra en la raíz de todas las peores atrocidades de la humanidad, indicaría el terrible poder de esos temores. En cambio, Pablo espera que estos temores y las dudas sobre los límites del mundo material y físico expresados por sus oponentes, puedan ser superados confiando en Dios. La resurrección promete que todos serán revelados, reunidos, sanados… y que nada se desperdicia.
- ¿Qué hay que permitir que muera en usted, en su vida o en su comunidad?
- Aunque la semilla enterrada sufre una transformación completa, no se desperdicia nada de la cáscara de la semilla original. ¿Cómo podríamos tratar a nuestros cuerpos físicos de manera diferente si abrazamos su plena incorporación a lo que viene después?
Lucas 6: 27-38
Permita sorprenderse por lo radical que es realmente este conocido pasaje. Observe qué parte de nuestra sociedad se derrumbaría si cada persona siguiera estos consejos: otorgar préstamos sin esperar nada a cambio, dar a cualquiera que nos pida. Reflexione sobre lo difícil que puede ser amarnos a nosotros mismos, y mucho más a nuestros enemigos. Puede ser tentador explicar esas altas expectativas o felicitarnos por al menos seguirlas un poco mejor que nuestros vecinos. Sin embargo, Dios no nos ama porque estamos haciendo lo mejor o porque lo mejor es lo suficientemente bueno. Dios nos ama, punto. Y parte del deleite en ese amor es la incomodidad de estas palabras profundamente convincentes de Jesús.
- Los consejos de Jesús aquí no son solo hacia la bondad y el afecto; son de carácter económico. ¿Cómo se opone nuestra fe a las expectativas económicas del mundo que nos rodea? ¿Cómo mantenemos juntos nuestro bienestar espiritual y económico?
- Parte de nuestra resistencia a este pasaje puede provenir de nuestras experiencias pasadas en las que otros se aprovecharon de nuestra amabilidad, generosidad o disposición para soportar circunstancias difíciles. ¿Cómo lidia su cultura y su sociedad con la amenaza de ser aprovechado, física, emocional o económicamente? ¿Cómo nos pide Dios que respondamos a ese peligro?
¡No olvide suscribirse al podcast Sermons That Work para escuchar este sermón y más en su aplicación de podcasting favorita! Las grabaciones se publican el jueves antes de cada fecha litúrgica.