Estudio Bíblico

Estudio Bíblico: Pascua 2 (C) – 2016

April 03, 2016


Salmo 118:14-18 

El salmo es contagioso con la clara verdad que dice al expresar: “El Señor es mi fuerza y mi canto”. Es una afirmación de la vida que Dios nos infunde, y la convicción de que nunca debemos temer a la muerte, porque Dios garantiza nuestra libertad espiritual. Para que no nos limitemos a aplaudir de júbilo, el salmista nos recuerda que tenemos un obligación compensatoria: declararemos las obras del Señor. Nuestras vidas son llamadas a declarar el hecho que, desde el borde del precipicio, Dios nos ha tomado de la mano y nos ha conducido a una nueva vida.

  • ¿Cómo declaran tu vida las obras de Dios?
  • ¿Cómo percibes la gracia salvífica de Dios en el mundo que te rodea?

Hechos 5:27-32

En su contexto más inmediato, Hechos 5:27-32 es parte de la narración más extensa de las primeras aventuras misioneras de Pedro y Juan en Jerusalén. Después que el sumo sacerdote les hubiera mostrado alguna indulgencia, Pedro y Juan son traídos de nuevo a su presencia por enseñar las Buenas Nuevas al pueblo de Jerusalén. Vemos el golpe/contragolpe de una reafirmada autoridad que, en el verdadero espíritu de Cristo resucitado, trastrueca la autoridad terrestre (la del sumo sacerdote) a favor del amor redentor de Cristo. Este amor redentor compele a Pedro y Juan a seguir propagando las Buenas Nuevas frente a las órdenes estrictas de desistir.

  • ¿Cuán a menudo se nos pide que elijamos entre nuestros anhelos y deseos y una vida en Cristo?
  • ¿Cómo proclamamos las Buenas Nuevas en una sociedad que apenas tiene tiempo de oír?

Apocalipsis 1:4-8

“Así será”. No podemos contener el amor siempre creciente de Jesús una vez que está en nuestros corazones. Hemos experimentado el gozo de la resurrección y las Buenas Nuevas nos siguen afirmando en la vida de Cristo y para Cristo. Sin embargo, hay más cosas por venir, porque Dios es el “que es y que era y que ha de venir”. Este título de Dios no aparece en ninguna otra parte de la Biblia. Expresa la verdad que Dios es eterno y que siempre ha lo sido. De igual importancia es que Dios vendrá otra vez para traer orden al mundo de tal manera que todos los pueblos [de la tierra] harán lamentación.

  • ¿Qué apariencia tendrá este mundo?
  • ¿Quiénes seremos en ese mundo?

Juan 20:19-31

¡Aleluya. Cristo ha resucitado! Jesús apareciéndose a los discípulos a pesar de las puertas cerradas nos indica que Jesús ha trascendido la realidad terrenal, física, al mismo tiempo que confirma su corporeidad resucitada. Sin embargo, esto no es simplemente un Jesús muerto que anda entre los vivos. Jesús vino y estuvo en medio de ellos y los saludó: “¡La paz sea con ustedes!”.  Las traducciones de esta frase usan el verbo en pasado “los saludó” [“les dijo”], mientras el griego use el presente activo “dice”, afirmando la presencia viva de Jesús a través de su cuerpo físico y de su voz. Jesús, y las Buenas Nuevas que él encarna, ¡han vencido gloriosamente la muerte! Además, ante nosotros está un Jesús herido, que sufre por los que buscan la plenitud de su amor redentor. Tomás, ridiculizado a menudo por su escepticismo, es uno de los que necesita confirmación de ese amor.

  • ¿Por qué Tomás no pudo entender la noticia del Cristo resucitado que le dieron sus compañeros discípulos que habían sido testigos de la presencia de Jesús tan sólo una semana antes?
  • Cuando no podemos ver a Cristo en nuestras vidas y en las de otros, ¿cómo se ve igualmente oscurecida nuestra capacidad de dar testimonio de su amor?
  • ¿Cómo podemos abrir nuestros corazones a Jesús de manera que, junto con Tomás, podamos proclamarle sin reservas como “¡Señor mío y Dios mío!” a los que pudieran dudar?

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Contacto:
Rvdo. Richard Acosta R., Th.D.

Editor, Sermones que Iluminan

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