Estudio Bíblico: Pascua 4 (A) – 2023

LCR: Hechos 2:42-47; Salmo 23; 1 Pedro 2:19-25; Juan 10:1-10

Hechos 2:42-47

Matías acaba de ser nombrado el duodécimo apóstol, y Cristo ha llamado a los doce a la misión. El Espíritu Santo se ha posado sobre ellos y comienzan el ministerio posterior a la resurrección. A medida que los apóstoles ganan creyentes, comienzan a formarse pequeñas comunidades intencionales y la atmósfera parece idílica, como si el reino de los cielos se hubiera materializado en la tierra. Los creyentes comenzaron a vivir juntos en una comunidad amada: comiendo juntos, adorando juntos y compartiendo recursos. Cada día aumentaba en número. Suena fenomenal. Y así fue. Pero es importante considerar aquí el contexto. Cristo no se ha ido por mucho tiempo, y los creyentes están esperando activamente su regreso. Creen que es inminente, durante su vida. Y así, incluso las dificultades parecen efímeras y soportables, porque saben que el alivio está cerca, el descanso eterno en el reino de Cristo.

Cristo vendrá de nuevo. ¿Pero cuando? ¡Cuánto más soportables serían las penalidades si pudiéramos predecir su final! Y la vida era dura en el antiguo Israel; solo pasaron unos meses antes de que el primer martirio desencadenara una ola de brutal persecución a manos del Imperio Romano. Este pasaje del libro de los Hechos puede enseñarnos tanto esperanza como el poder de la fe. Sabemos que la comunidad amada es posible. Sabemos que funciona. Y tenemos fe en que lo volveremos a encontrar.

• ¿Cómo reconoce los elementos de la Comunidad Amada en su vida?
• Imagine por un momento que Cristo regresará durante su vida. ¿Cómo transformaría eso su vida diaria?

Salmo 23

En momentos de prueba, los seres humanos tendemos a inclinarnos hacia comportamientos de búsqueda de comodidad: un amigo cercano en quien confiar, una manta cálida y esponjosa para envolvernos, un programa favorito para distraernos de las cosas, aunque sea temporalmente, una reconfortante taza de té. ¿Pero un salmo reconfortante? Sí. Los salmos son identificables. Repiten poéticamente las emociones ligadas a nuestra cruda humanidad. Los salmos expresan nuestro miedo a los enemigos, nuestro lamento por las dificultades, nuestra alegría en el triunfo y nuestra determinación y fe en tiempos de prueba. El Salmo 23 muestra el estado idílico del amor de Dios hacia nosotros, mientras que al mismo tiempo reconoce los peligros siempre presentes en nuestras vidas humanas terrenales. Somos consolados por el amor inquebrantable de Dios por nosotros. Mientras caminamos por los desiertos y valles de la vida, Dios proporciona sabiduría y sustento. Dios nos bendice y da esperanza. Este salmo nos consuela en tiempos de prueba al reconocer que, aunque nos descarriamos como ovejas perdidas, Dios siempre está presente, hablándonos, solo necesitamos escuchar.

• ¿Qué le dice el Salmo 23 a usted?
• ¿Hay momentos en los que todavía teme al mal, aunque sabe que Dios está con usted?

1 Pedro 2:19-25

El significado de este pasaje es su acercamiento pastoral a una dificultad eterna. Esta carta está escrita por un discípulo de Pedro a cristianos recién convertidos que están luchando con las dificultades del exilio de sus comunidades. Donde antes tenían privilegios, ahora encuentran exclusión y abuso. En cierto sentido, han entrado en un desierto desconocido, un espacio liminal dentro de los márgenes de la sociedad. Por un lado, son aborrecidos y azotados, no deseados por la sociedad popular. Por otro lado, son ovejas de un redil guiadas bajo el amor del Gran Pastor, amadas y cuidadas, pero susceptibles a los lobos y a toda clase de peligros a causa de su fe.

Esta carta ofrece optimismo y esperanza, no en el aquí y ahora, sino en el futuro dentro de la morada celestial de Dios. Les recuerda (y a nosotros) el último sacrificio de Cristo por nosotros, un Cordero inocente que no cometió pecado, pero que dio su vida por el perdón de nuestros pecados. Nuestro sacrificio consiste en nuestra constante confianza y alabanza a Dios, sin importar las circunstancias. El Salmo 23 lo expresa bien: “Aunque camine en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú vas conmigo”. Dios está con nosotros, y eso es lo que Pedro está asegurando a los oprimidos. Tened fe en el pastor y guardián de vuestras almas (1 Pedro 2:25).

• ¿Cuándo se ha sentido exiliado?
• Las comunidades a las que Pedro escribe están siendo abusadas por su fe, y Pedro las anima a perseverar. ¿Encuentra esta carta alentadora? ¿Qué le animaría a perseverar en medio del abuso?

Juan 10:1-10

“Yo soy la puerta”, dijo Jesús. Él nos dice que cualquiera que entre en el redil, que tiene una sola entrada, por cualquier otro medio que no sea la puerta, es un bandido. Los rediles están diseñados para la protección. Las ovejas pueden descansar con seguridad dentro de sus muros, encontrando santuario detrás de la puerta, que está custodiada por el portero: Dios. Esta metáfora se habría relacionado mucho con los primeros cristianos, ya que el pastoreo era una parte integral de su cultura. Proteger a las ovejas significaba que había comida para comer y fibra para vestir. Significaba supervivencia.

La puerta ofrece vida, e igualmente, Cristo ofrece vida. Por medio de Cristo, “el guardián [o puerta] de nuestras almas”, encontramos la promesa del santuario y la vida eterna. En esta vida terrenal, nos enfrentamos a innumerables cosas que compiten por nuestra atención, nos distraen y desvían. Mientras tanto, Cristo-la-Puerta permanece abierta, dándonos la bienvenida a su redil. No hay ningún atajo; sólo a través de Cristo-Puerta podemos entrar en el reino de Dios, y no será fácil llegar allí. Pero hay esperanza: “Aunque andemos en valle de sombra de muerte”, no estamos solos. Siguiendo la voz apacible y delicada de nuestro Creador y Redentor, nos dirigiremos a la Puerta de la Salvación y encontraremos santuario.

• ¿Qué distracciones terrenales le llevan por mal camino, lejos de Cristo-la-Puerta?
• ¿Cómo escucha la voz de nuestro Creador llamándole a Cristo-la-Puerta?
• ¿Dónde ve hilos de conexión entre las lecturas de las Escrituras de este día?