Estudio Bíblico: Pascua 4 (C) – 2019
May 12, 2019
Hechos 9: 36-43
Una de las verdaderas alegrías del tiempo pascual es vivir en el Libro de los Hechos de los Apóstoles y ver los efectos inmediatos de la resurrección en la comunidad de los seguidores de Jesús. Oímos hablar de personas, al menos hombres, que están llenos del Espíritu Santo, y de cómo evangelizan, profetizan y construyen una comunidad centrada en torno al Espíritu Santo. En esta comunidad, a la pobreza se le hace frente compartiendo la riqueza, al hambre compartiendo la comida y a la muerte con la resurrección. Aquellos que son marginados, como las viudas y los huérfanos, son atendidos por discípulos como Tabita. A medida que continuamos reflexionando sobre la resurrección y cómo podría transformarnos a nosotros y a nuestras comunidades, estas historias nos ayudan a ver a dónde el Espíritu Santo puede guiar, con mayor plenitud, a nuestras propias comunidades.
Sin embargo, este pasaje también nos anima a ser más críticos tanto con el texto de los Hechos como con nuestra propia sociedad, particularmente en relación con los roles de género. Una lectura detallada de los Hechos muestra que los hombres y las mujeres reciben un trato diferente, algo de esperar, dada la cultura en que se escribió. Los hombres están llenos del Espíritu Santo y hacen la obra “pública” del ministerio de manera consistente al predicar, sanar y enseñar; estos no son roles que veamos que ocupen las mujeres en este texto. Si bien podemos reaccionar a eso con frustración, enojo o aceptación, este texto también podría ser una oportunidad para que nos preguntemos dónde están profundamente arraigados los roles de género en nuestras comunidades y cómo podemos ser llamados a comenzar el arduo trabajo de crear comunidades donde los roles de género sean más iguales. El mensaje de la Pascua, particularmente como se ejemplifica en los Hechos, nos anima a mirar profundamente no solo a nuestras vidas individuales sino también a nuestras comunidades y cómo podemos vivir más plenamente en una vida llena del Espíritu Santo y abordar y desmantelar los sistemas culturales que dificultan ese viaje.
- ¿Quién está marginado en su comunidad? ¿Cómo les sirven ya? ¿Ese servicio le alimenta a usted espiritualmente? ¿Ese servicio edifica a los que son servidos y los trata con dignidad?
- ¿Hay roles de género definidos en su comunidad, ya sea explícita o implícitamente? ¿Cómo empezaría a abordarlo para lograr la igualdad?
Salmo 23
Este es uno de los pasajes bíblicos más famosos en las tradiciones cristiana y hebraica, y muchos han vivido en él y han sido consolados a lo largo de los siglos. Mientras moramos en él, nos sentimos consolados por las imágenes pastorales y el sentimiento y conocimiento de que Dios estará con nosotros en las horas más desesperadas.
Cuando nos encontramos con un pasaje que conocemos muy bien, puede ser fácil simplemente escucharlo como siempre lo hemos escuchado, especialmente este pasaje porque la imagen es muy reconfortante. Para volver a escuchar este pasaje, uno podría enfocarse en una imagen en particular o pensar en una situación muy difícil en la que quiere estar seguro de que Dios está con usted. Imagine el escenario de este salmo (los pastos, las aguas tranquilas o la mesa aderezada ante nosotros) y medite simplemente sobre cómo ha experimentado a Dios en ese lugar particular de su propia vida. Otra opción sería seguir el texto como un viaje, específicamente un viaje acompañado de Dios en la meditación. Lea el pasaje en voz alta lentamente e imagínese a sí mismo caminando a través de las imágenes descritas en este texto. Mientras recorre estas escenas, tome nota del paisaje en detalle y explórelo. Puede hacer esto una vez o durante un período de tiempo como un ejercicio para simplemente experimentar a Dios en el momento o, con el tiempo, profundizar la relación con Dios.
- ¿Qué ve, huele y oye mientras camina?
- ¿Qué más hay en el camino, o simplemente fuera del camino, y qué sentimientos le evocan a usted?
- ¿Dónde o cómo experimenta a Dios en este camino/viaje?
- ¿Esta práctica cambia la forma en que oye este salmo o profundiza su experiencia al respecto?
Apocalipsis 7: 9-17
Esta sección del Apocalipsis, que también se lee en la fiesta de Todos los Santos y muy a menudo en los funerales, ofrece, como el Salmo 23, la esperanza de que, a pesar de las luchas y dificultades de la vida, Dios es fiel y nos verá en esos momentos. La salvación vendrá mediante Jesús, que es tanto el cordero como el pastor, y a través de la multitud diversa de santos que encontramos en esta visión.
Este texto se basa en la riqueza de la Biblia hebrea con palmas, Dios como refugio invocando el tabernáculo, y las referencias a la llamada al hogar y el secado de las lágrimas de Isaías. Estas imágenes evocan las historias de los israelitas liberados de Egipto y de Babilonia y nos llevan al contexto de las personas oprimidas por el Imperio romano. Si bien puede ser muy difícil para nuestros oídos modernos oír el lenguaje de este texto en ese contexto y cultura, se nos recuerda que las comunidades que oyeron este texto oían un mensaje de esperanza en medio de la desesperación. El mismo Dios que se aseguró de que los israelitas pudieran abandonar la opresión en Egipto, regresar de la destrucción cultural y del exilio en Babilonia y sobrevivir al peligroso viaje a través del desierto, se asegurará de que seamos liberados de los desiertos que encontremos. Cuando somos bautizados, lavados tanto con agua como con la sangre del cordero, no solo somos limpiados de nuestros pecados, sino que somos bienvenidos en el redil de Jesús, donde, aunque experimentemos agitación y desolación, lo haremos con la seguridad de la salvación y la liberación. Experimentaremos el refugio y el amor de Dios.
- ¿Dónde ha experimentado el “desierto”? ¿Cómo sintió la presencia de Dios en ese tiempo?
- ¿En qué piensa cuando oye las palabras “liberación” y “salvación”?
Juan 10: 22-30
¿Quién es Jesús de Nazaret? Es una pregunta que está en el corazón de nuestra fe como cristianos. ¿Es Jesús el Mesías? Podemos oír este pasaje y tener la seguridad de que hemos escuchado la voz de Jesús y, así, lo seguimos y por ello experimentamos la vida eterna y la seguridad que conlleva. Habiendo escuchado su voz, sabemos que somos sus ovejas. Desde esa perspectiva, este pasaje puede ser de alivio y consuelo.
Sin embargo, también podemos oír esto con preocupación: ¿cómo puedo estar seguro de que estoy siguiendo la voz de Jesús? En un mundo donde las cosas se mueven tan rápidamente y hay tantas voces compitiendo, ¿cómo sabemos que estamos siguiendo a Jesús? Jesús le recuerda a su audiencia y a nosotros que debemos saber que él es el Mesías por sus obras. Sus obras son siempre de restauración, liberación, inclusión, sanidad y justicia; son las obras que crean una comunidad justa. A medida que buscamos vivir en la Resurrección y seguir la voz del Buen Pastor Jesús, sabremos que estamos siguiendo su voz cuando también trabajamos a favor de la restauración, la liberación, la inclusión, la sanación y la justicia de donde fluye la vida abundante.
- ¿Qué significa para usted la vida abundante?
- ¿Alguna vez ha estado inquieto o preocupado por no estar siguiendo la voz de Jesús? Reflexione sobre esa experiencia. ¿En qué momento se dio cuenta de que estaba o no siguiendo a Jesús? ¿Qué fue lo que se lo aclaró?
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