Estudio Bíblico: Propio 20 (A) – 2023
September 24, 2023
LCR: Éxodo 16:2-15; Salmo 105: 1-6, 37-45; Filipenses 1:21-30; Mateo 20:1-16
Éxodo 16:2-15
A primera vista, podríamos simpatizar con los israelitas murmuradores. Después de todo, necesitamos comida para sobrevivir, y es probable que todos hayamos pasado hambre alguna vez. Sin embargo, la murmuración de los israelitas no se trata simplemente de su falta de alimento; también se trata de su insatisfacción con Dios. Los israelitas esperaban que la liberación de la opresión se pareciera más a una provisión tranquila y menos a una vida de subsistencia. Por lo tanto, en un cambio sorprendente, Israel se aparta de Dios para mirar anhelosamente a su vida anterior en Egipto.
Habiéndose apartado así de Dios, es digno de mención que, mientras Aarón les habla, los israelitas se vuelven hacia el desierto, donde contemplan la gloria de Dios. La palabra hebrea kavod traducida como «gloria», también denota riqueza y abundancia; y así, la gloria de Dios, que viene a los israelitas desde el desierto, está ciertamente acompañada por una abundante provisión de codornices y de la maravillosa sustancia parecida a un cereal llamada maná.
El mensaje a los israelitas es claro: habiéndolos liberado, Dios no los dejará morir. La gloria de Dios se les manifiesta como abundancia y generosidad, incluso en medio del desierto, incluso después de que se alejaron de Dios. El mensaje para nosotros es similar. Nuestras vidas están marcadas por la pérdida, la incertidumbre y el cambio. Mientras transitamos a través de estas cosas pasajeras, se nos recuerda que Dios permanece con nosotros siempre y en todas partes, incluso en aquellos momentos y lugares en los que la presencia de Dios parece estar particularmente lejos de nosotros. Nuestro objetivo, con la ayuda de Dios, es soportar estas dificultades pasajeras y mantener nuestros rostros vueltos hacia Dios que nos ama y nos sostiene, incluso si eso significa alejarnos de nuestros zonas personales de confort para buscar a Dios en el desierto de la vida.
- ¿Has sentido la presencia de Dios en un momento particularmente difícil?
- ¿Cómo experimentaste la presencia y la provisión de Dios entonces? ¿Y ahora?
- ¿Qué experiencias de Dios te ayudan en tu viaje por el desierto de la vida?
Salmo 105: 1-6, 37-45
Al leer la Biblia, es común encontrar la misma historia contada de una manera diferente, ¡a veces en marcado contraste con una narración anterior que se encuentra en otro libro! La historia del maná del cielo, relatada por primera vez en Éxodo 16, se encuentra nuevamente en el Salmo 105, donde varios detalles clave de la historia se cambian o se omiten por completo.
El salmista resta importancia a la murmuración de los israelitas: « Pidieron comida, y Dios les mandó codornices; sació su hambre con el pan que cayó del cielo». ¡La palabra «pidieron» se siente bastante alejada de la oposición y la tensión de la narrativa del Éxodo! Sin embargo, el Salmo 105 probablemente se compuso en algún momento alrededor del final del exilio de Babilonia, por lo que tiene sentido que el salmista optara por restar importancia a lo negativo en la celebración de la poderosa liberación de Dios. Del mismo modo, nuestras propias historias pueden transformarse y cambiar según nuestro estado de ánimo y entorno. Una experiencia negativa puede luego ser vista como positiva, y viceversa. El truco consiste en reconocer cuándo y por qué nuestras historias pueden cambiar, y preguntarnos: ¿estamos contando nuestras historias fielmente y con conocimiento, o estamos torciendo la historia para que sirva a nuestros intereses?
- ¿Hay alguna historia que sea importante para ti o para tu iglesia?
- ¿Qué es lo que más te llama la atención de esa historia o lo que más significa para ti?
- ¿Alguien más contaría esa historia de manera diferente? ¿Lo harías? ¿Si es así, cómo?
Filipenses 1:21-30
Pablo cree que sobrevivirá a su prueba actual para volver a ver a los filipenses, pero ¿se hará realidad esa creencia? Eso sigue siendo desconocido; y así, esperando ver si vivirá o morirá, los filipenses están atrapados en la ansiedad y la incertidumbre: un potencial desierto del alma. ¿Qué consejo puede dar Pablo para guiarlos a través de ese desierto?
Pablo exhorta a los filipenses a vivir «como es digno del Evangelio de Cristo». De hecho, el texto griego significa más literalmente «vivir como ciudadanos», una frase típicamente orientada hacia la ciudadanía romana. Sin embargo, Pablo no se refiere a la ciudadanía romana, sino a la ciudadanía en el Reino de Dios. Con esto, Pablo ofrece un sutil recordatorio a los filipenses de que son peregrinos en este mundo, ciudadanos de un Reino que anhelan pero que aún no ven por completo. Pase lo que pase con Pablo, ellos saben qué hacer: seguir viviendo como ciudadanos de ese Reino.
Este es el consejo de Pablo para nosotros también, aunque es posible que nunca enfrentemos el encarcelamiento por nuestra fe como le sucedió a él. Sabemos lo que se siente al vivir en un estado de ansiosa incertidumbre, esperando descubrir cómo se desarrollarán las cosas. ¿Lograremos atravesar el desierto de nuestra propia experiencia? Sí, dice Pablo, porque también somos ciudadanos del Reino de Dios y sabemos que la luz de la resurrección y la restauración se encuentra más allá de la oscuridad de la tumba. Aferrándonos a esa fe, podemos sobrevivir y luchar juntos, pase lo que pase.
- ¿Hubo algún momento en que experimentaste ansiedad e incertidumbre?
- ¿Te ayudó tu fe durante ese tiempo? ¿Si es así, cómo? ¿Si no, porque no?
- ¿Qué consejo le darías a un feligrés que se siente ansioso e inseguro?
Mateo 20:1-16
La justicia y la generosidad son temas principales en el Evangelio de hoy. En la parábola, un terrateniente contrata a obreros para trabajar en su viña. Al final del día, a los obreros se les paga. Todo va bien hasta que los primeros obreros se dan cuenta de que les han pagado lo mismo que a los que contrataron más tarde. La respuesta del terrateniente es desconcertante: puede hacer lo que quiera con lo que posee, de manera que los obreros no deben tener envidia de su generosidad. Eso puede ser cierto, pero ¿es justo? Los obreros no lo creen, pero ¿y si el terrateniente hubiera actuado con justicia conforme a los obreros? Los contratados más tarde (inactivos sólo porque nadie más los había contratado) habrían ganado una suma inferior, presumiblemente por causas ajenas a su voluntad. ¿Es eso justicia? La parábola sugiere que no.
La característica principal del terrateniente no es la justicia per se, sino la generosidad: el terrateniente es generoso y esa generosidad algunos la perciben como injusta. Pero ¿y si la generosidad del terrateniente es justicia? ¿Y si esa generosidad, compartida con todos, es símbolo de una nueva forma de vida –una forma de amor, incluso– y una invitación a transitar por ese camino? ¿Qué pasa si los obreros, sin saberlo, hubieran asumido un sistema que es en sí mismo injusto; un sistema que promulga la opresión en nombre de la justicia y con demasiada frecuencia combina nuestro valor con nuestro trabajo?
Si eso es cierto, y si tomamos al terrateniente como Dios (como parece implicar la parábola), entonces quizás la justicia de Dios sea más bien como esta forma extrema de generosidad que resiste obstinadamente la perpetuación de sistemas injustos. Tal vez sea nuestro mundo injusto, construido sobre la necesidad de más y el miedo a menos, el que nos ha enseñado que la generosidad injustificada es injusta. Este es probablemente un pequeño consuelo para los obreros ofendidos, o para aquellos ofendidos por esta parábola en la actualidad; pero tal vez, si sustituimos «generoso» por «misericordioso», la imagen se aclarará. La justicia de Dios es la generosidad de Dios, que es la misericordia [la gracia] de Dios, y es esa gracia, dada libre e igualmente a todos sin justificación ni reclamo, lo que define el Reino de Dios, tanto en la tierra como en el cielo.
- ¿Piensas que el dueño de la tierra actuó justa o injustamente? ¿Por qué?
- ¿Estás de acuerdo en que la generosidad de Dios define la justicia de Dios? ¿Por qué o por qué no?
- ¿Qué significa para ti la frase «Los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos»?
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