Estudio Bíblico

Estudio Bíblico: Pentecostés 21 (B) – 13 de octubre de 2024

October 13, 2024

LCR: Amos 5:6-7, 10-15; Salmo 90:12-17; Hebreos 4:12-16; Marcos 10:17-31

La vida está llena de paradojas, quizá hasta el punto de ser incoherente e inconsistente. Está en tensión no sólo entre lo normativo y lo descriptivo, lo real y lo potencial, el ser y el aún no ser en la vida humana, sino también entre lo absoluto de Dios y el amor de Dios a todos.

No cabe duda de que la selección evangélica se compone de múltiples partes, probablemente inconexas en su origen. Varios eruditos ofrecen múltiples paréntesis interpretativos y agrupaciones de los versículos, que conducen a puentes interpretativos únicos. Algunos eruditos más tradicionales organizan las secciones de los versículos 17 a 22, 23 a 27 y 28 a 31. Sin embargo, los versículos 23 a 27 tampoco son necesariamente uniformes. Otra posibilidad consiste en interpretar los versículos 24 y 26 como inserciones, de modo que los versículos 23 y 25 estén juntos y los versículos 23 a 24a sigan formando parte del primer relato. La propia naturaleza fracturada de la lectura puede provocar tensiones interpretativas.

La paradoja de la vida finita a la luz del Dios omnipotente culmina en esta selección, ausente de una solución directa. Dios, el único digno del atributo «bueno», en su soberanía absoluta, puede realizar lo imposible: la salvación del pueblo. Y, sin embargo, exactamente ahí está la tensión casi insoportable; las acciones del pueblo no son todas iguales. Otra paradoja: tienen valor por y a pesar de la soberanía absoluta de Dios.

La dicha del aparente cumplimiento de todos los mandamientos por parte del hombre rico se enfrenta a la dura realidad de lo sin fondo, de lo inagotable y de la imposibilidad última de la tarea encomendada; siempre hay un nuevo mandato, nacido del amor, en realidad. Una nueva búsqueda, siempre más. La tensión conduce a uno de los pocos casos de rechazo abierto a pesar de un deseo ardiente. La repentina toma de conciencia se manifiesta en la conmoción de los discípulos; lo dieron todo, posesiones incluidas, pero ni siquiera eso parece ser suficiente.

Otra tensión se entreteje en este campo de acción, reacción y recepción. El motivo de la riqueza, presente en otros evangelios, se cierne sobre el ojo de la aguja. De nuevo, la tensión no se resuelve de forma agradable. La riqueza, entendida como acumulación, es un flujo de explotación y agotamiento de una parte. El pasaje de Amós se detiene en este punto con elocuente detalle. La interacción de Jesús con las viudas pobres está lejos de glorificar un estado de agotamiento como una condición de vida deseable. Y, sin embargo, no se niegan benefactores ricos ni un buen banquete (Marcos 15:40-41, Mateo 27:57, Lucas 5:27-29). El premio que se menciona en el pasaje para los discípulos fieles es, en un raro caso, una cierta cantidad de bienes terrenales además de los eternos. Se podría llegar a decir que se promueve la riqueza para todos, que es exactamente, en la paradoja, la ausencia de riqueza, ya que no habría acumulación desigual.

Y ahí está la culminación real: Al igual que con el bienestar de todos sin acumulación desigual, o con los mandamientos y pasos hacia el Reino de Dios en general, es una hazaña imposible, sin fondo, en extrema necesidad, y tan digna de la intervención divina. Y aun así, las acciones del pueblo no son todas iguales; afectan, enredadas en la tensión ulterior de lo que la epístola pone de manifiesto, lo normativo y lo real.

Las tensiones generales de estas lecturas no se resuelven. Están ahí para quedarse y para ser soportadas sin la salida fácil, sin oscilar hacia uno u otro lado, entre intentarlo todo y acabar desesperados y abandonando de inmediato.

Preguntas de discusión

  • ¿Qué es la riqueza? ¿Cuáles son las diferentes formas de definir la riqueza? ¿Cómo afrontamos nuestra propia riqueza a la luz de la vocación cristiana?
  • ¿Cómo hacer frente a una demanda infinita, sin fondo e insaciable a la luz de las limitaciones humanas, la naturaleza humana y el deseo humano de competir con el prójimo tanto por el prestigio como por los recursos finitos?

La Dra. Carolin Frueh está actualmente en proceso de obtener una Maestría en Divinidad de la Church Divinity School of the Pacific para el ministerio bivocacional. Tiene un doctorado en física e investiga los satélites y la basura espacial.

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Contacto:
Rvdo. Richard Acosta R., Th.D.

Editor, Sermones que Iluminan

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