Estudio Bíblico: Propio 18 (A) – 2017
September 07, 2014
Éxodo 12:1-14
Después de leer este texto, me imagino estar hojeando el más reciente libro impreso eclesiástico de normas de recaudación de dinero para las renovaciones del salón parroquial. Tras buscar el “Ruibarbo Pie del Rector” y las tres versiones de “Heavenly Hash”, paso la página y descubro una receta de “Pascua”: cordero asado con pan sin levadura y hierbas amargas. ¡Advertencia! No hierva el cordero o lo coma crudo. (Me estremezco ante la idea de que un feligrés coma un cordero crudo).
No sólo hay normas para cocinar, hay incluso un código de vestimenta e instrucciones de eliminación. En sandalias, los lomos ceñidos y un bastón en la mano, parece como un equipo bastante fácil para partir rápidamente. Que todas las sobras tengan que ser quemadas es también un juego de niños, ya que eso es lo que pasará si yo aso algo al fuego. Otras instrucciones dejan claro que la comida debe ser comida de prisa, al igual que un adolescente después de la práctica de fútbol. Todos los viejos chistes sobre los episcopales que utilizaban el tenedor de ensalada equivocado son ignorados. Ya que no hay tenedores de ensalada para esta comida. De hecho, no es necesario ningún tenedor.
Esta receta es sin duda para una circunstancia extraordinaria. Es decir, la circunstancia de salir rápidamente de Dodge. Las cenas se estaban celebrando fuera de la ciudad para poner fin a la larga esclavitud de los egipcios. El pueblo de Dios debía marcar sus propias puertas, de lo contrario el Señor mataría a sus primogénitos junto a los primogénitos de los egipcios.
De repente, dejo de hacer cómicas reflexiones sobre este pasaje. El cordero debe ser muerto, y su sangre usada para marcar los postes de la puerta de cada casa israelita para que el Señor las omita cuando mataba a los niños y animales primogénitos de Egipto. Esta sería una noche de muerte y de destrucción, de peste y de lamento. La furia del Señor llovería sobre la tierra de Egipto, mientras que el pueblo de Dios refugiado en sus casas, comería rápidamente un cordero asado, pan sin levadura y hierbas amargas. Entonces, cuando las secuelas de la muerte y la destrucción convirtieran cada casa egipcia en un depósito de cadáveres, escaparían al desierto.
La Pascua era una fiesta que conmemoraba un hecho violento después de una serie de hechos violentos en Egipto. Como hemos aprendido de la historia de nuestra nación, la esclavitud humana no se desvanece con el tiempo y las buenas intenciones. La esclavitud se mantiene con la violencia y por lo general su final es violento. El comando de recordar la esclavitud y de recordar la liberación de Dios es una manera de recordar la gracia y la liberación de Dios.
- ¿Recuerdas un momento en el que te sentiste liberado de un lugar de penurias? ¿Cómo conmemoras esa liberación?
Salmo 149
Este salmo capta la loca exuberancia que es posible en el pueblo de Dios. La alegría en este salmo es compartida por toda la comunidad. Esta no es una juerga privada; todo el mundo está involucrado. Abunda la música y todo el mundo da vueltas, bailando. Toda la comunidad está cantando al tope de sus pulmones cuando nos damos cuenta de una cosa peculiar en el coro. Todo el mundo en el coro sujeta una espada de dos filos. Tienen espadas para hacer juicio sobre los reyes opresivos.
Este salmo me recuerda el Magnificat, en el que María canta que Dios eleva a los humildes y derriba a los orgullosos. En el Salmo 149, es el coro festivo el que introduce la justicia de Dios en el mundo.
Todo esto me lleva a concluir que la alabanza y la adoración que celebramos el domingo no estan desconectadas de lo que Dios está haciendo en el mundo durante toda la semana. El interés de Dios por la justicia brota de las alabanzas de su pueblo. A mí, esto me ayuda a conectar mi adoración con los problemas reales y prácticos del mundo que Dios desea arreglar.
- ¿Cuáles son algunos de los temas más importantes del mundo en los que podemos ver la justicia de Dios?
- ¿Cómo tu adoración a Dios te inclina a ver las desigualdades del mundo?
Romanos 13:8-14
Antes de convertirse en seguidor de Jesús, el gran padre de la Iglesia, san Agustín, leyó estas palabras de san Pablo. Después de su lectura, cerró el libro y luego observó: “Por una luz, como si fuera de serenidad, infundida en mi corazón, todas las tinieblas de la duda se desvanecieron”.
Confieso que tuve una reacción diferente ante estas palabras a los romanos. Mi lectura de este pasaje, a primera vista, me hizo sentir como si el apóstol me estuviera regañando acerca de cómo paso el tiempo libre por las tardes. Confieso que sus palabras parecen ser bastante entrometidas, incluso 2.000 años después de que fueran escritas.
¿Cómo pudo ser este mensaje, más bien negativo, un mensaje de luz y serenidad para san Agustín? Tal vez debiera recordarme a mí mismo que el poder del Espíritu Santo consiste siempre en presentar la palabra correcta en el momento adecuado. Para san Agustín, estas fueron las palabras adecuadas en ese momento.
Tal vez sean también las palabras correctas para nuestro caso. Se nos recuerda en estos versos que “la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe”. Cada vez que nos acercamos a la luz de Dios, nos estamos entrando más adentro en el reino de Dios. Nos distraemos con facilidad por las luces de neón que indican la presencia de lo que los folletos turísticos llaman “vida nocturna”, pero nosotros nunca confundimos las luces de neón con la del sol.
Para Pablo, aún es de noche, pero el amanecer ya casi está aquí. ¡Prepárate, dice, para vivir de la manera que viviremos en la eternidad, en la luz y en el calor de Dios.
- ¿Qué actividades de la vida dignas que podrías perder si te quedas hasta muy tarde? ¿Qué te distrae de ser luz para un mundo oscuro?
Mateo 18:15-20
“Sr. Peters, le pedimos disculpas por la larga espera en la recepción. A fin de que mantenga su lealtad con nuestro hotel nos gustaría ofrecerle una estancia de tres noches de cortesía en cualquiera de nuestros hoteles a nivel mundial. También vamos a incluir un par de pases de spa y bandejas de fresas cubiertas de chocolate”. De hecho, estas son palabras que siempre me gusta oír. También me gusta oír que recibo un reembolso grande del IRS. Lo que no me gusta oír es que he pecado contra alguien. No me gusta en absoluto. Prefiero hablar de otra cosa.
Una de las actividades más desagradables en la vida humana es el enfrentamiento. Especialmente cuando una relación está en juego. Puedo alegar un millón de excusas para posponer y evitar la confrontación con alguien que me está haciendo daño a mi o a mi comunidad. Jesús dice claramente que la responsabilidad de confrontar recae en la persona que se ofende. La comunidad entra lentamente en la controversia, pero no demasiado pronto.
El objetivo de este enfrentamiento es “ganar al hermano”. El objetivo es siempre la reconciliación. Incluso cuando un miembro se declara gentil y recolector de impuestos, el objetivo es la reconciliación.
- ¿Cómo trata Jesús a los publicanos y a los gentiles? Les compromete con la verdad y el amor. De hecho, Mateo, el autor tradicional de este evangelio, era un recaudador de impuestos. Jesús llamó a Mateo como nos llama a todos. Nos llama a un ministerio de reconciliación, incluso cuando es difícil y doloroso.
He observado la confrontación muchas veces y puedo afirmar que el objetivo de la confrontación raramente era la restauración y la reconciliación. Con demasiada frecuencia, el objetivo de la confrontación fue iniciar una separación para que cada uno pudiera continuar con su vida.
La reconciliación es difícil. La cruz, el símbolo definitivo de la reconciliación, nos acompaña cuando cogemos el teléfono y preguntamos si podemos reunirnos para hablar de algo que pasó.
- ¿Puedes pensar en un ejemplo de una confrontación que dio lugar a la reconciliación? ¿Cuáles son algunos pasos prácticos a tomar que podrían dar lugar a la reconciliación después de la confrontación?
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