Estudio Bíblico

Estudio Bíblico: Propio 19 (B) – 2012

September 16, 2012


Proverbios 1:20-33

En este poema, la sabiduría está personificada como una mujer profeta que predica en las calles. Su mensaje no se entrega a puertas cerradas o es reservado para un rey o una persona privilegiada, sino que se ofrece públicamente a todos. De esa manera su mensaje se presenta como el sentido común, no como un conocimiento especial revelado sólo a unos pocos. De hecho, la voz de la sabiduría es tan fuerte y tan clara que quien la rechaza deberá hacerlo conscientemente.

La Sofía (sabiduría personificada) es más que un recurso poético para la instrucción. Ella aparece en los Proverbios, en la Sabiduría de Salomón y en los Evangelios. Su flexibilidad a través de los tiempos da testimonio de tener seguidores. En algunas tradiciones se la asoció con el Espíritu Santo. Algunos estudiosos afirman que Q 7,31-35 (reflejado en Mateo 11.16-19 y Lucas 7,31-35) presentan a Jesús y Juan el Bautista como profetas de la Sofia. En el siglo II, los cristianos gnósticos consideraron la Sofia como parte de la divinidad.

El poema describe a la sabiduría riéndose de aquellos que no escuchan la instrucción. La imagen de la persona presa del pánico que clama en vano es poderosa, tal vez nos recuerda nuestra propia sensación de frustración con los amigos que vienen clamando por consuelo y consejo después de no haber seguido un buen consejo. La burla de los caídos es tan dura, que puede ser una razón por la que preferimos reducir la Sofía a una metáfora en lugar de entenderla como Dios.

Sabiduría de Salomón 7:26-8:1

Este pasaje es parte de un discurso protréptico más amplio (una forma griega de exhortación didáctica que promueve una cierta filosofía o estilo de vida) que exalta las virtudes de la Sofía, la sabiduría divina de Dios. El poema más largo la describe como el aliento del poder divino que penetra y se extiende por el mundo entero. El uso de palabras como “emanación” en el versículo 25 parece gnóstico, pero la influencia puede correr en la otra dirección. El libro de la Sabiduría de Salomón fue escrito probablemente antes de finales del primer siglo; el surgir de la gnosis (o su divergencia con lo que hoy llamamos cristianismo ortodoxo) se coloca generalmente a principios del siglo II.

La selección del leccionario de hoy es un poco más fácil para los trinitarios de aceptar que el poema completo, ya que esta pieza describe la sabiduría como un reflejo de la bondad de Dios, entrando en “todos los espíritus que son inteligentes, puros y totalmente sutiles” para que sean profetas y amigos de Dios. En este pasaje, la sabiduría puede ser entendida como una manifestación del Espíritu Santo, entrando en los seres humanos para hacerlos santos.

Santiago 3:1-12

En una época de fragmentos de sonido, YouTubes y meteduras de pata, la advertencia de Santiago de controlar la lengua es más relevante que nunca. Una palabra hablada nunca se puede recuperar. Hay carreras que se han arruinado, elecciones políticas que se han perdido, e iglesias que se han dividido por palabras mal elegidas. Alguien ha dicho que en política decir: “Me he equivocado al hablar” es en realidad un eufemismo de: “Vaya, he dicho algo que la gente realmente ha entendido”. Pero a menudo los líderes religiosos y seculares por igual se lamentan haber dicho algo que podrían haber dicho mejor si hubieran sido más cuidadosos al elegir las palabras, o que adquiere un significado nuevo fuera de su contexto.

Tenga en cuenta que Santiago establece una contradicción directa entre aquellos que, creados a imagen de Dios, bendicen y maldicen a Dios. Cualquiera puede pronunciar palabras piadosas y de Dios, nuestra verdadera naturaleza se manifiesta no en la manera de hablar de Dios, sino en la forma en que tratamos a nuestros prójimos.

Mientras que Santiago insta a la perfección, reconoce que todo el mundo comete errores, especialmente al escoger las palabras. Las palabras tienen un gran poder, para bien y para mal. Él sugiere que el control de la lengua es un camino hacia la disciplina en otras áreas de la vida.

  • En una sociedad que utiliza las píldoras y otros productos para soluciones rápidas, ¿en qué disciplinas todavía nos ocupamos? ¿Cómo puede uno practicar el control de la lengua?

Marcos 8:27-38

Siempre me ha gustado este pasaje, porque revela el espectro de la humanidad y la divinidad de Jesús. Su primera preocupación suena tan humana, pero rápidamente pasa a la divina y escatológica. “¿Qué piensa la gente de mí?” quiere saber. “¿Qué están diciendo?”. La mayoría de nosotros queremos saber, o tal vez tenemos miedo de saber lo que la gente piensa de nosotros. Aquellos que proclaman que no les importa lo que otros piensen traicionan su herida pasada, dejando al descubierto lo mucho que les importa. Aunque Jesús usa la cuestión como un punto de partida para una discusión, uno casi puede oír un tono muy humano de inseguridad.

Cuando sus discípulos responden en términos positivos – que la gente piensa que él es Elías o Juan el Bautista o uno de los profetas – Jesús les responde con esta pregunta, “¿Quién decís que soy yo?”. Este es el punto crucial del pasaje, no sólo la confesión de Pedro de que Jesús es el Mesías, sino la descripción inmediata de lo que significa ser el mesías, junto con el reproche sorprendente que demuestra la importancia de este entendimiento. Jesús será el Mesías que sufre, Jesús ha venido como un mártir, no como un vencedor. Los versos que siguen preparan a los discípulos para la realidad de que ellos también deben estar dispuestos a sufrir y a morir. Los marcados contrasentidos que siguen (morir para vivir, perder para ganar) servirían para galvanizar a la joven iglesia cuando se enfrentaba a la persecución.

Estos pasajes fueron escritos por creyentes para quienes el llamado a “tomar su cruz” era literal. Seguir a Cristo es una manera segura de ser excluidos socialmente, como mínimo, y podría muy bien conducir al martirio real. Considere lo que significaba, en esa cultura, avergonzarse de Cristo. Considere también cómo se usa la frase en la cultura popular de hoy en día, en un país donde el cristianismo es la religión dominante. ¿Cómo ha cambiado la connotación con el tiempo? Por ejemplo, ¿cómo podría un cristiano del primer siglo reaccionar a una cadena colocada en Facebook amonestando a los usuarios a volver a publicar una foto de Cristo con una declaración de estar avergonzados de Jesús?

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Contacto:
Rvdo. Richard Acosta R., Th.D.

Editor, Sermones que Iluminan

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