Estudio Bíblico: Propio 5 (C) – 2016
June 05, 2016
1 Reyes 17: 17-24
Huyendo de la ira del malvado Acab y Jezabel, el profeta Elías se ve impulsado por el Señor a ir a la casa de una pobre viuda y su hijo. Elías ya ha demostrado a la viuda que Dios puede proveer suficiente comida para ella y para su hijo, a pesar de que solo tienen una pequeña cantidad de harina y aceite. Por el propio poder de Dios, el Señor hace que las escasas provisiones duren mucho más de lo que deberían y demuestran la palabra de Dios por medio del profeta. Cuando después muere el hijo de la pobre mujer, ella expresa su dolor y frustración culpando su desgracia a la presencia de Elías. Elías no se defiende ni tampoco a Dios. En su lugar, lleva al niño a la sala superior y expresa a Dios su frustración que trajo esto sobre todos ellos. Dios se muestra fiel y responde a la oración de Elías. De este modo, Dios muestra, de una manera que parece imposible, que Dios en efecto cuida de la “viuda y del huérfano”, y confirma la fe de la viuda de Sarepta. Por lo tanto, ella responde: “Ahora sé que eres un hombre de Dios, y que la palabra del Señor que pronuncias es verdad”.
- ¿Podemos atrevernos a ser honestos con Dios acerca de cómo nos sentimos?
- ¿Puede que nos sorprendamos de la manera en que Dios responde?
- ¿Cómo vamos a responder?
Salmo 30
El salmista expresa alegría y gratitud al Señor en respuesta a una restauración que el Señor ha hecho en la vida del salmista. El escritor proclama, el Señor ha “cambiado mi lamento en baile” y “me ha quitado el luto y me ha vestido de alegría”. Curiosamente, el salmista parece decir que su sentido de desolación fue provocado por su propia complacencia: “Mientras me sentí seguro, dije: jamás vacilaré, tú, oh Señor, con tu favor, me afirmaste como monte fuerte. Luego escondiste tu rostro, y fui muy turbado”. Al llamar al Señor y apelar a la misericordia de Dios para restaurarlos a la vida espiritual, el salmista es escuchado, y con alivio es capaz de decir: “Solamente un momento dura su ira, pero su favor para toda la vida”.
- “¿Oculta Dios su rostro”, o a veces cerramos los ojos?
- ¿Qué dice este salmo acerca de la presencia de Dios, incluso cuando Dios parece más ausente?
Gálatas 1: 11-24
Siempre que Pablo da su testimonio, es muy hermoso. Pero nunca cuenta su historia para sí mismo, siempre tiene un propósito. Aquí, Pablo utiliza la narrativa de su viaje espiritual para establecer dos puntos. En primer lugar, se esfuerza en mostrar a los gálatas que adoptar formas judías no solo es innecesario para seguir a Jesús, sino también perjudicial. Pablo insta a los gálatas a que no “retrocedan” (por así decirlo, ya que este es un público principalmente gentil). Si Pablo, que era tan judío como vieron, descartó las marcas de identidad judía después de su conversión, ¿cuánto más deberían los gentiles no tratar de ser artificialmente judíos? Como Pablo declarará más tarde, ya no hay judío o gentil, sino que ambos son ahora uno en Cristo (3:28). La distinción ya no es relevante. Los términos y las condiciones se han actualizado, y ahora los gentiles son elegibles para recibir la promesa de Abrán. En segundo lugar, Pablo está defendiendo su apostolicidad y la validez de su predicación contra los cargos de los que inducen a error a los gálatas. No se trata de proteger su reputación; se trata de la naturaleza misma del Evangelio. En última instancia, Pablo, como buen pastor, está cuidando del bienestar de sus ovejas, de sus hijos espirituales a quienes ama.
- ¿Cómo empezó el caminar de usted con Jesús?
- ¿Qué cargas innecesarias nos estamos poniendo a nosotros mismos, en nuestro caminar con Jesús? ¿A los demás?
Lucas 7: 11-17
Es evidente que Lucas ve, en esta reanimación por Jesús del hijo de una viuda, un eco de la reanimación del hijo de la viuda de Elías. Como la viuda en 1 Reyes, las personas en el Evangelio, cuando ven la maravilla realizada, afirman la legitimidad de la misión de Jesús: “¡Un gran profeta ha aparecido entre nosotros!” Curiosamente, Jesús no ora a Dios para levantar el niño, sino que simplemente ordena al joven: “¡Levántate!” En cierto modo, el propio Elías es casi incidental al milagro, en realidad es solo el poder de Dios el que realiza la obra. Pero Jesús habla como si él mismo tiene el poder y la autoridad para revertir la muerte. Jesús no es incidental. Él no es el instrumento. Él no es un simple profeta. Él mismo es, para usar sus palabras posteriores, “el Dios de la vida” (20:38).
- ¿Qué más podría decir este milagro acerca de quién es Jesús y cómo es su reino?
- ¿Hay algún área de su vida que desea que Jesús reviviera?
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